Empecé recorriendo los mercados de segunda mano en Portobello, comprando piezas singulares de ropa inglesa. Abrí una tienda minúscula, en un área residencial, y el éxito fue instantáneo. La gente hacía cola para ver lo que había comprado ese día… Fue increíble, no parecía una tienda de segunda mano, sino una boutique de caballeros, limpísima, preciosa. Llegó un momento en que no podía satisfacer a toda la clientela, de modo que abrí el local de al lado y encargué la costura de nuevas piezas que emulaban los patrones clásicos. Así nació Hackett London.
- JEREMY HACKETT